martes, 7 de mayo de 2013

Tu arrepentimiento no evita las lágrimas.


           Quien expresa lo que siente solo se convierte en una única cosa, VULNERABLE.


                  Muchos dicen que ser sinceros es el camino para abandonar la hipocresía, pero ¿Para qué? , Para qué, si es esta hipocresía, esta mascara, la que nos permite estar a salvo de la jauría de animales que lo único que quieren es atacarte, averiguar tus puntos débiles y así usarlos en tu contra.
                 Ahora diréis que soy excesiva, pero no, si algo aprendemos en este regalo que es la vida es que no puedes fiarte de nadie, que los amigos o no existen o solo se cuentan con los dedos de una mano.

               ¿Cuántas veces te han traicionado? Únicamente recuerdas las heridas que te han hecho, pero, ¿ Cuánto dolor has infligido tú?

              Siempre oyes que el arrepentimiento y el perdón pueden mover el mundo, pero tiene que empezar por uno mismo. ¿Cuántas veces te has disculpado? ¿Cuantas veces has aceptado un perdón?

             Ninguno sirve de nada, siempre queda una herida, una cicatriz que hace que nunca puedas olvidar y que no te olviden a ti.

             Un "lo siento" no borra las lágrimas derramadas, un "perdona" no te evita el sufrimiento. Entonces ¿Para qué lo hacemos? ¿Paz interior quizá? Nadie quiere cargar con el peso de haber dañado a otra persona, tú eres el primero que quiere creer que "perdoname" hace que la otra persone la angustia de su cara, angustia que sabes que está ahi por tu culpa. 

           Claro que existe el arrepentimiento verdadero, pero, ¿Existe una dispensa real?


                                                                                            Anabel Glez.
TdA
      
    

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