Bienvenido a uno de los rincones más escondidos de mi mente, si te quedas, sé valiente, pues la verdad no es algo que siempre guste. Ten cuidado, vas a ver una parte de mi que jamás te mostraré en la realidad. Y sobre todo no te quedes atascado aquí, la Tierra del Ayer no es un lugar habitable. Buena suerte compañero.
jueves, 30 de mayo de 2013
Un para siempre y un adiós
Lo triste no es despedirse de una persona querida, lo doloroso no es echar de menos, lo que realmente deshace es ir perdiendo a alguien poco a poco sin poder evitarlo.
¿Si le quieres nunca le dejarás marchar?, mentira, si le quieres dejas que se vaya para que descubra lo que es estar sin ti aunque a ti te queme por dentro, no vas a conseguir nada por intentar retenerlo a tu lado, bueno, quizá si, un final.
El fin ¿cómo será? algunos dicen que como el fuego, otros como el hielo, ¿tú que prefieres? ¿un adiós a gritos o simplemente ir perdiendo el contacto hasta desaparecer?
Creo que siempre será mejor el fuego, una despedida con lágrimas, con reproches, porque una vez que se suelta todo no vuelve a interponerse, donde hubo fuego hay cenizas. Pero ¿ el hielo? No, el hielo es más doloroso que cualquier fuego, es irte apagando hasta consumirte sin darte cuenta de que todo se ha acabado, incluso te puedes concienciar de que estás mejor así pero no, el dolor te recuerda que hay algo por lo que luchar, algo por lo que sentir y algo por lo que vivir. La indiferencia ni si quiera te da motivos para levantarte cada mañana, simplemente hace que te lleves por meras rutinas, por una monotonía que acabará contigo.
"Te echo de menos" siempre se utiliza a la ligera, echar de menos no significa "estoy solo y no se como seguir sin ti" un te echo de menos es "se como hacerlo y quiero que lo hagas a mi lado pero no es posible". Echar de menos es mirar atrás y darte cuenta de todo a lo que has renunciado por lo que creías que era mejor.
La vida es un conjunto de decisiones, de pros y contras, pero tú, tú no me dijiste adiós, ni tan solo un hasta luego, simplemente dejamos que la situación fluyera sin darnos cuenta de que íbamos en un barco que se hundía mientras pensábamos que saldríamos a flote por el simple motivo de que siempre lo habíamos hecho. Pero cuando se hace daño ningún lo siento hace desaparecer las cicatrices. Y tú y yo nos hicimos demasiadas. ¿Quién sabe? Quizá la vida nos vuelva a unir como ya hizo una vez.
Un placer coincidir en esta vida, te echo de menos, echo de menos la persona que eras, echo de menos como eramos.
Anabel Glez
TdA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esta entrada ha podido conmigo, de verdad... Sin palabras pero con lágrimas.
ResponderEliminar